lunes, 14 de marzo de 2016

El placer de soñarte

No imaginé que te soñaría, fue un sueño donde tu cuerpo y alma se hizo presente en mi casa, te sentaste junto a mi en el piso mientras manteníamos una conversación ¿De que? No sé, mis nervios me comían al tenerte frente de mi.

Tenías un vuelo que hacer ¿A dónde? No sé, pero te tenías que ir... Cargabas tu equipaje y no contabas con algún coche, mi hermana tenía su March estándar (no sé de dónde salió si ella tiene un Focus automático), me subí contigo, tu manejabas a velocidad, mientras yo no dejaba de verte...

Al llegar al aeropuerto, mi tristeza se hizo presente por que te ibas. Un simple beso de piquito en los labios fue lo que alcancé, nunca en la vida me había enojado con el tiempo, esta vez me hizo enojar por no dejar darte un beso de novela, de inmediato te fuiste, sin decir un "adiós", la prisa por no abandonar el vuelo se hizo presente y con ello mi enojo creció.

¡Pero o sorpresa!, a mi me da miedo manejar ¡y estándar no sé!, así que me armé de valor y poco a poco manejé y aprendí en ese día estándar... Sin duda me armaste de valor y aprendizaje.
Pero ame, ame que hayas estado conmigo tan sólo unos minutos antes de irte a emprender un viaje del cual no se si te volvería a ver. Ansiosa esperaré volver a soñarte y está vez no escaparás de mi tan fácil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario